Comportamiento

Roer

Los jerbos son roedores, y como tal sus dientes están en continuo crecimiento, para lo que necesitan roer a menudo. El terrario tiene que tener suficientes juguetes y mordedores para que los dientes no les causen un problema, a menudo, la comida para roedores ya viene en pellets duros que les sirven para mantener sus dientes en una longitud adecuada, pero aún así algún mordedor no viene mal, como los mordedores de calcio para roedores, que además les aportan esos suplementos.

Al usar maderas como mordedores, has de asegurarte que son maderas naturales, sin tratar con pesticidas, pinturas, ni ningún otro químico que pueda ser tóxico para el animal.

Excavar

Uno de los hábitos más cotidianos de los jerbos es excavar, halla o no halla sustrato, los verás excavando. No os asustéis si vuestro jerbo excava continuamente en una esquina de la jaula, no es que le falte espacio, es sólo que su instinto les lleva a excavar. En su hábitat natural, los jerbos hacen madrigueras y buscan comida en el subsuelo, por lo que pasan gran parte de su tiempo excavando y haciendo madrigueras.

La excavación es parecida a los perros, con las patas de alante excavan mientras con las patas traseras lanzan coces a la tierra amontonada para lanzarla.

Acicalamiento

La gran sociabilidad de los jerbos les llevan a acicalarse los unos a los otros. Es muy común ver a un jerbo durmiendo y mientras a otro encima acicalándole y limpiándole todo el cuerpo. Los jerbos también usan la marmolina para limpiar su pelo (la marmolina es la arena para chinchillas, que está echa a base de restos de mármol, es como el serrín que sale del mármol). En su hábitat natural, los jerbos usan arena volcánica para "revolcarse" y así dejan su pelo muy brillante y limpio. En nuestras casas les podemos poner un cuenco con esta arena para chinchillas y veremos como disfruta "haciendo la croqueta" en la arena. Es muy gracioso verlos, pero eso en realidad constituye parte de su comportamiento y sus hábitos higiénicos.

Tamborileo

Uno de los comportamientos más extraños para las personas que no lo hayan visto antes, es el tamborileo o zapateo. Para este tamborileo, los jerbos se ponen de pie sobre sus patas traseras y hacen las hacen vibrar muy rápidamente dando así unos golpecitos secos y rápidos contra el suelo. Este comportamiento se da en machos cuando una o varias hembras están en celo. También se da este comportamiento ante un peligro, el jerbo que divisa el peligro tamborilea mientras que los demás le escuchan. Lo usan como señal de peligro o de apareamiento. Ante un apareamiento, el macho montará a la hembra repetidas veces y si la hembra aparta al macho con las patas traseras, podrás ver como el macho se aleja un poco y comienza a tamborilear para así demostrar su dominancia, tras esto, el macho volverá a intentar montar a la hembra hasta que lo consiga.

Marcar el territorio

Al contrario que muchas especies, los jerbos no marcan el territorio con la orina, lo hacen con una glándula odorífera que poseen en el vientre y cuyo olor es inapreciable para nosotros.

Esta manera de marcar el territorio los hace más inholoros y por lo tanto una mejor opción ante otros animales domésticos.